viernes, 13 de mayo de 2011

ASOCIACIÓN Y PRODUCCIÓN

Del tipo de relaciones individuales, depende el tipo de Sociedad, del tipo de Sociedad depende el tipo de Gobierno. La Sociedad y el Gobierno son realmente la proyección del Individuo, si el Individuo es cruel, egoísta, codicioso, envidioso, etc., así serán en sus relaciones, así se comportará con los demás, y así se comportarán los demás con él, entonces es Lógico que la Sociedad será cruel, egoísta, codiciosa, envidiosa, etc.

Si de todo corazón queremos una Sociedad Perfecta, necesitamos comprender profundamente el YO PSICOLÓGICO. El Socialismo Cristiano Latinoamericano es distinto a todo, porque estudia al hombre en forma íntegra, no sólo en lo económico, sino también en lo Psicológico, Sociológico, Político y Espiritual.

De la relación del individuo con otros individuos, resulta la Sociedad, el tipo de relaciones individuales, determina el tipo de Sociedad. La Sociedad se compone de pequeñas sociedades, la familia, la empresa, las organizaciones sociales o grupos humanos, como las cooperativas, los gremios, las asociaciones, los clubes, etc., son la extensión del individuo.

Si el individuo es cruel, egoísta, codicioso, envidioso, ambicioso, perverso; así serán los grupos humanos, así será la empresa. Estamos en crisis mundial, vivimos actualmente el momento más difícil de la historia. Pero es el individuo el que ha creado este caos, si el individuo no cambia internamente, el mundo no cambiará. El Socialismo Cristiano Latinoamericano se propone enseñarle al individuo el camino de la Transformación Individual.

Es necesario que el individuo cambie, y es necesaria una doctrina que enseñe al individuo el cambio integral, a partir del individuo. El pensar, el sentir y el hacer son vitales en estos instantes de crisis mundial. Sólo el recto pensar, el recto sentir, y el recto obrar pueden provocar en el individuo un cambio radical.

No hay duda que el mundo se halla metido en una gran catástrofe social; necesitamos una nueva forma revolucionaria de pensar, sólo así será posible entrar en un nuevo orden.

El mundo entero se halla en estado catastrófico y necesitamos estudiar todos los problemas profundamente. Necesitamos considerar al hombre como un todo. Quienes separan los componentes del problema humano, solo buscan las salidas laterales, en el fondo evaden el problema en su parte fundamental. Necesitamos ver la totalidad del cuadro y no solamente una parte del mismo. Necesitamos un nuevo modo de encarar las cosas, una nueva manera de sentir, una nueva manera de producir y hacer.

Hablando sobre producción, Carlos Marx dijo: “Los hombres no actúan solamente sobre la naturaleza, sino que actúan también los unos sobre los otros; no pueden producir sin asociarse de un cierto modo para actuar en común y establecer un intercambio de actividades, para producir, los hombres contraen determinados vínculos y relaciones sociales, y sólo a través de ellos, es como se relacionan con la naturaleza y como se efectúa la producción”.

Es lógico que los hombres actúen sobre los hombres cuando se asocian para producir, eso es apenas normal. Es muy natural que contraigamos determinados vínculos sociales cuando nos asociamos para trabajar, eso lo sabe cualquier ser humano. Dichos vínculos que son parte de las relaciones entre Patrones y Trabajadores o entre los trabajadores entre sí, son radicales cuando estudiamos los SISTEMAS DE PRODUCCIÓN, que han caracterizado a las Sociedades Humanas.

Es cierto que por medio de vínculos humanos, todos nos relacionamos con la naturaleza y nos entregamos a la tarea de la producción. Lo que si no es cierto, es que tengamos que aceptar las teorías marxistas y volvernos ateos y materialistas, para podernos asociar para producir.

Cuando los vínculos sociales de los trabajadores se fundamentan en la verdadera amistad y en la sinceridad del corazón, el trabajo se vuelve fecundo y creador. Ningún vínculo basado en teorías materialistas, podrían darles a los trabajadores la verdadera amistad y la sinceridad del corazón.

Las sustancias de la amistad y de la sinceridad son algo muy hondo de la naturaleza humana y no es posible con una simple teoría desarrollarlas en profundidad.

Cualquier grupo de trabajadores realmente amigos y sinceros, puede asociarse para el trabajo alegre, fecundo y creador.

Pero resulta cruel querer convertir al hombre, mediante una teoría como él Materialismo, en una maquinita de producción y consumo y nada más; que no se abuse más de los pobres trabajadores; ciertamente los trabajadores necesitan trabajar para vivir, pero eso no es todo.

Es cierto que debemos crear una sociedad laboriosa, pero debemos trabajar para vivir y no vivir para trabajar, esto último significa querer eliminar todas las necesidades de los trabajadores excepto el trabajar como una máquina.

Otras veces en esos regímenes materialistas, se brinda salud y educación a los trabajadores y sus hijos, solo para que este pueda cumplir con los objetivos del Gobierno, que es el de que sea una máquina de producción y nada más.

Nosotros debemos vivir libremente, es necesario comer para vivir, mas no es necesario vivir para comer. No sólo trabajo material necesita el trabajador, éste tiene también necesidades que las teorías materialistas no pueden satisfacer; necesidades íntimas, necesidades espirituales, necesidades de superación humana. ¡Que no se abuse!, Que se respete realmente la libertad de los trabajadores. ¡Que no se les quiera encerrar más adentro del círculo vicioso del trabajo material!.

El trabajador necesita pensar en otra cosa, en algo que no sea el trabajo material de rutina, el trabajador necesita religión y sanas distracciones para descansar del trabajo diario, el trabajador no es una máquina insensible.

El tipo de vínculos sociales está relacionado con la producción, y mientras más espirituales sean estos vínculos, más alegría habrá en los corazones y más fecunda la producción. En un sistema ideal habrá que llegar a este estado, sumado al desarrollo vocacional del trabajo, así el individuo será más feliz con lo que haga en la vida.

Necesitamos conocer cumplidamente las leyes del desarrollo de la producción, las leyes del desarrollo económico de la sociedad, y las verdaderas causas íntimas de los vínculos sociales. El desarrollo de la producción se procesa según leyes que hay que estudiar. El desarrollo económico de la sociedad tiene por causa dichas leyes. La sociedad progresa económicamente cuando el trabajo es fecundo y creador.

Las leyes del desarrollo de la producción son de tipo completamente psicológico y técnico a la vez. Cuando hay comprensión plena entre patrones y obreros, cuando existe verdadero contento entre los trabajadores, cuando se dispone de una técnica avanzada, buena maquinaria, buenas herramientas, etc., la producción resulta maravillosa.

La comprensión verdadera se basa en el sentido común que es el más común de los sentidos. Páguense buenos salarios a los trabajadores, atiéndase sus justas peticiones, respéteseles su libertad religiosa, dénsele garantías sociales verdaderas, y toda esa murga del MARXISMO LENINISMO irá a parar a la basura.

La historia conoce cinco tipos fundamentales de relaciones de producción:

1. -      El Socialismo primitivo como el de los Mayas, Aztecas, Incas, etc., en América.
2. -      La Esclavitud.
3. -      El Feudalismo en la Europa Medieval.
4. -      El Capitalismo.
5. -      El Socialismo Marxista Leninista.

Todos estos sistemas pertenecen al pasado; ahora estamos entrando en una nueva era y el Socialismo Cristiano Latinoamericano, se impondrá primero en la América latina y después en Europa, Asia, África y Oceanía. Las relaciones de producción del Socialismo Cristiano Latinoamericano se fundamentan en la comprensión profunda.

El Ser Humano fabricó instrumentos de trabajo. Cuando se inventó la primera palanca se diferenció inmediatamente el animal racional del animal irracional. Los vestigios de medios de trabajo hallados, entre las ruinas de muchas civilizaciones desaparecidas permiten darnos una idea, sobre la clase de herramientas usadas por los trabajadores, que nos precedieron en el curso de la historia.

Eso del “como se produce” es realmente importante porque es lo que distingue a las épocas en su aspecto económico, unas de otras. Los medios de trabajo si bien indican con entera claridad el desarrollo técnico de cada época, es falso asegurar que por ellos podamos deducir con entera exactitud lógica el tipo de vínculos sociales de los trabajadores.

Pueblos subdesarrollados tuvieron muchas veces vínculos sociales aún no superados por nosotros. Pueblos muy desarrollados y con maquinaria modernísima tuvieron, y no solamente tuvieron sino que todavía tienen, vínculos sociales indeseables. En estos tiempos modernos, el abuso los medios de producción en nuestro caso de la máquina moderna, está creando profundos conflictos entre los Patrones y los Obreros del mundo.

El socialismo espiritual del México Azteca y del Perú incaico estableció vínculos sociales maravillosos entre los trabajadores, a pesar de no tener estos pueblos, la clase de maquinaria moderna que nosotros tenemos. Las relaciones sociales creadas por las religiones suelen ser mejores, que aquellas que no han sido creadas por ninguna religión.

Cuando los hombres se hallan sabiamente vinculados por el trabajo, este se torna fecundo y creador. Las fuerzas productivas son el resultado del tipo de vínculos sociales entre los trabajadores y no de la técnica mecánica productiva.

Si bien es cierto y muy cierto, que necesitamos mejorar cada vez más los medios de trabajo, también no es menos cierto, que debemos mejorar los vínculos sociales del trabajo. El conflicto entre patrones y obreros puede resolverse si aprendemos a ver el punto de vista ajeno. Cuando queremos resolver un problema no debemos identificarnos con el problema porque entonces nos convertimos en otro problema.

Si queremos resolver el problema que existe entre patrones y obreros, debemos tener la mente en paz. Necesitamos ante todo descubrir cuál es el factor principal que acaba con la PAZ dentro y fuera de nosotros, porque la verdad es que en la mayor parte de los casos el error que vemos en otros está dentro de nosotros mismos.

Cuando descubrimos la causa de un problema, notamos que dicha causa nace de otra causa más profunda y más complicada, así sucesivamente, pero cuando continuamos nuestro análisis, notaremos que la ultima causa, está íntimamente ligada al efecto final. Entonces aparece una suerte de alivio, resulta que la solución es mucho más sencilla de lo que creíamos, eso es una gran alegría.

Y así son los procesos naturales y sociales, en que una etapa se esconde tras de otra, pero el escondite de la final, es el principio mismo del tal suceso.

Necesitamos descubrir cuál es la causa del conflicto entre patrones y obreros. Este problema sólo puede hacerse haciendo un enfoque preciso de la situación, esto requiere infinita quietud y suprema paz interior. Conociendo a fondo la causa verdadera del conflicto, este desaparece inevitablemente.

Debemos ser sinceros con nosotros mismos. Muchas veces la causa del conflicto somos nosotros mismos. Realmente nunca sabemos ver el punto de vista ajeno y eso es gravísimo. A veces el patrón es culpable y otras veces el culpable es el trabajador que exige y exige hasta acabar con el patrón del cual vive.

La mayor parte de los problemas de la vida se deben a la falta de paz interior; estamos llenos de infinitas contradicciones y esto engendra discordia y conflictos. Somos pobres y queremos ser ricos, somos obreros y queremos ser gerentes, estamos ganando lo suficiente para vivir con todo lo necesario y queremos ganar más para sentirnos más poderosos.

Otras veces es el patrón quien crea los problemas, los trabajadores cumplen con su deber y él quiere que trabajen más horas de lo que la ley manda, los trabajadores producen y él quiere que produzcan el doble, los trabajadores exigen lo que es justo y él quiere que no exijan. Todos estos estados de contradicción y de lucha interna engendran problemas terribles, tremendos conflictos entre patrones y obreros, huelgas, paros, etc.

Un análisis de fondo, nos lleva a la conclusión lógica de que todos los problemas existentes entre patrones y obreros están dentro del individuo mismo.

Si realmente patrones y obreros quieren resolver su problema, es urgente que unos y otros se sinceren consigo mismos y resuelvan sus propios conflictos internos. Necesitamos primero estudiarnos a sí mismos para descubrir la causa del conflicto. Todo conflicto externo es tan sólo la proyección de un conflicto interno, los conflictos que vemos fuera están dentro de nosotros mismos.

Es necesario acabar con nuestras propias contradicciones internas si realmente queremos paz. Mucho se ha legislado sobre patrones y obreros, empero sólo por medio de la comprensión profunda se pueden resolver todos los problemas entre patrones y obreros.

Mucho se seguirá legislando y las leyes serán más y más complejas; pero estas no atacan el centro del problema mismo que es el individuo; en las Escuelas, Colegios, Universidades, no se enseña el arte de las relaciones humanas y los vínculos sociales alrededor del trabajo, tampoco el estudio y meditación sobre los problemas individuales, etc.

Y aunque parezca increíble, se está creando cierta metodología para resolver conflictos entre grupos, pero todo ello es exterior al hombre, y no se están desarrollando las metodologías para resolver los conflictos íntimos de cada cual. 

El patrón debe enfocar sus problemas, con los trabajadores, honradamente, sinceramente, sin codicia, sin conceptos, sin orgullo, sin ira, etc.

Previo a esto es urgente que el patrón realice una auto-exploración de sí mismo, de su propio yo, para descubrir el factor que originó el conflicto con sus obreros, es necesario que los obreros hagan lo mismo, que se investiguen a sí mismos sin codicia, sin orgullo, sin vanidad, sin egoísmo, etc., para descubrir dentro de sí mismos la causa que engendró el conflicto. Este estudio sincero de sí mismos es mejor que todos los códigos de trabajo y complicadísimas leyes, reglamentos y controles estatales.

La NUEVA ERA ha comenzado y si queremos resolver el problema entre patrones y obreros, debemos despertar la llamarada del entendimiento a una nueva actividad creadora. Debemos aprender a ver el punto de vista ajeno. No siempre el patrón tiene la culpa, no siempre el obrero tiene la culpa. Realmente la causa de todo problema está dentro de nosotros mismos.

Antes de protestar contra alguien, antes de hacer un reclamo, debemos examinarnos primero a sí mismos porque puede suceder que el error está únicamente dentro de nosotros y no en el prójimo.

Patrones y obreros en plena discusión, se aferran a sus deseos; unos y otros quieren ver satisfechos sus deseos pasajeros, unos y otros buscan satisfacción personal. El resultado de semejante proceder absurdo son los conflictos, el cierre de empresas, los paros indefinidos, etc.

No es justo que los obreros acaben con el patrón porque ellos viven del patrón. No es justo que el patrón acabe con la vida de los obreros porque el patrón vive de los obreros. Se necesita mutua comprensión.

Es urgente aprender a no identificarse con el problema, es necesario auto-explorarnos sinceramente y luego guardar silencio mental y verbal. Cuando la mente está quieta, cuando la mente está en silencio adviene a nosotros la clave maravillosa que nos permita resolver el conflicto.

Mucho se ha legislado sobre patrones y obreros, pero ahora es necesario que nosotros nos hagamos sinceros con nosotros mismos. La causa del error está dentro del individuo mismo.

Los obreros deben aprender a cooperar con el patrón, el patrón debe cooperar con los obreros. Necesitamos una nueva visión de la relación obrero patronal, y esta es la Cooperación.

El obrero debe aprender a ver el punto de vista del patrón. El patrón debe aprender a ver el punto de vista del obrero. Es absurdo que los obreros acaben con el patrón. Como también es estúpido que el patrón explote a los obreros.

Seamos sinceros con nosotros mismos. La sustancia de la sinceridad puede crear un orden de cosas y un mundo de sabiduría y amor. Ha llegado la hora de aprender a vivir. Es necesario que cada uno de nosotros aprenda a gobernarse a sí mismo. Cuando cada ser humano sepa gobernarse a sí mismo, ya no se necesitarán los gobiernos, las leyes, los controles. Entonces reinará la paz verdadera.

Por otra parte, el Ser Humano, que se califica equivocadamente de HOMBRE, ha inventado millares de máquinas complicadísimas y difíciles y sabe muy bien que para poder servirse de una MAQUINA, necesita a veces de largos años de estudio y aprendizaje, pero en cuanto se trata de SÍ MISMO se olvida totalmente de este hecho, aunque él mismo sea una máquina, mucho más complicada que todas las que ha inventado.

Es necesario que Latinoamérica, tome consciencia del conflicto entre las MAQUINAS y el HOMBRE que amenaza provocar una CATÁSTROFE SOCIAL en los países capitalistas, desarrollados industrialmente. Ya las MAQUINAS terribles y espantosas han dejado sin trabajo a millones de trabajadores.

Todo auténtico y legítimo caudillo del proletariado, todo líder del SOCIALISMO CRISTIANO LATINO-AMERICANO, debe enfocar correctamente el problema monstruoso de la máquina, con el propósito de resolverlo inteligentemente.

Si la máquina es puesta al servicio de los trabajadores, éstos serán libres. Si los trabajadores dependen exclusivamente de las máquinas, es claro que serán esclavos. Las máquinas pueden liberar o esclavizar a los trabajadores. Las máquinas pueden ayudar o hambrear al pueblo.

Donde falla la ley del equilibrio, la catástrofe es inevitable. Todo en la naturaleza está organizado de acuerdo con las leyes. Es urgente establecer el equilibrio entre la INDUSTRIA ORGANIZADA, desde el punto de vista de MECANIZACIÓN y los DERECHOS DE LOS TRABAJADORES, de tal modo que la maquinaria no desplace a éstos de sus labores.

Cuando existe perfecto equilibrio entre MECANIZACIÓN y DERECHOS DE LOS TRABAJADORES, la CATÁSTROFE SOCIAL ha sido resuelta. Las leyes pueden y deben establecer el perfecto equilibrio entre MAQUINAS y DERECHOS de los TRABAJADORES. Los trabajadores se benefician con las máquinas, cuando existe PERFECTO EQUILIBRIO entre MECANIZACIÓN y sus DERECHOS.

Los trabajadores se perjudican con las máquinas cuando son desplazados de su trabajo, cuando existe DESEQUILIBRIO entre MAQUINAS y DERECHOS. Hay que procurar por obtener el equilibrio entre máquinas y derechos. Es necesario luchar con las armas de la inteligencia hasta obtener este equilibrio vital.

Es claro que a los AMOS del CAPITAL, a los IMPERIALISTAS, no les conviene tal equilibrio. Los potentados de la tierra sólo piensan en sus intereses egoístas sin importarles en lo más mínimo el dolor ajeno.

El DESEQUILIBRIO entre MAQUINAS y DERECHOS podría dejar sin trabajo a millares de trabajadores; este sería el Estado ideal de los capitalistas, entonces la relación Capital y Trabajo, no tendría razón de ser, el trabajador al haber sido reemplazado por las máquinas, se transformaría en un ente exclusivamente consumidor, y entonces de que viviría, como compraría a los capitalistas, los productos que sus máquinas elaborarían, son enigmas, y representan un callejón sin salida.

Las MAQUINAS desplazan a los trabajadores y el CAPITALISTA se ahorra SALARIOS, SEGURO de VIDA, liquidaciones o cesantías, jubilaciones, vacaciones, y otras bonificaciones, etc.

Al CAPITALISTA IMPERIALISTA de corta visión, el que no mira el problema en su totalidad no le conviene el JUSTO EQUILIBRIO entre máquinas y derechos y es apenas ilógico que se opusiera con todas sus fuerzas a todo lo que se relacione con este asunto.

Los trabajadores necesitan valerse de las armas que tienen para resolver el conflicto entre máquinas y derechos. NO es justo que millares de trabajadores sucumban de hambre y miseria por culpa de las máquinas, hay que lograr el equilibrio, cueste lo que cueste, afortunadamente los trabajadores disponen de MAGNIFICAS ARMAS para luchar contra el IMPERIALISMO.

Los trabajadores NO NECESITAN de cañones ni de ametralladoras, ni de bombas atómicas para combatir por sus derechos. Los trabajadores pueden hacer PAROS TOTALES o PARCIALES, huelga de brazos caídos, sin VIOLENCIA, sin derramar sangre, sin fusilamientos. Así lograrán el triunfo total.

Las naciones deben producir y tener sus modos de producción material, pero además deben tener sus religiones, escuelas espirituales, órdenes, sectas, etc., porque sería estúpido convertir al ser humano en una máquina de producción y consumo exclusivamente.

La técnica moderna ha realizado maravillas y no cabe duda de que ahora con los cerebros electrónicos y toda máquina moderna, podría el hombre liberarse del trabajo material.

Las máquinas, podrían libertar al hombre de la esclavitud del trabajo material, desgraciadamente el hombre no está preparado todavía y eso es la vergüenza de nuestra civilización. El hombre es esclavo del trabajo material y lo seguirá siendo hasta el dichoso día en que se disuelva el yo.

Sólo disolviendo el yo puede el hombre libertarse del trabajo material, actualmente existen máquinas maravillosas que podrían hacer todo el trabajo hombre, en la casa y en el taller, en el campo y en la oficina, etc. Desgraciadamente el hombre sin trabajo material se revolcaría con peor desenfreno todavía entre el lodo de los vicios.

La técnica está estancada aún cuando muchos no lo crean, y seguirá estancada mientras el hombre no haya hechos los cambios fundamentales en su mente. Sólo disolviendo el yo puede avanzar la técnica.

Las máquinas están dejando a millones de hombres sin trabajo, existe conflicto entre máquinas y trabajadores. Realmente las máquinas podrían desplazar a todos los trabajadores del mundo, pero éstos no están preparados, no saben cooperar, están divididos, ¿de qué vivirían? ¿Qué harían? ¿A qué se dedicarían?.

He ahí el gran problema moderno; si el hombre fuera rico espiritualmente, ese problema no existiría, habiendo cooperación, unión y fraternidad entre los hombres, este problema no existiría.

Si el ser humano estuviera preparado para la NUEVA ERA la máquina sería nuestra gran amiga. El trabajador sólo necesitaría trabajar unas tres o cuatro horas diarias, todos tendríamos pan, abrigo y refugio, sin dificultad alguna.

Si el ser humano estuviera realmente preparado espiritualmente, si hubiera ya disuelto el yo, no habría necesidad de tener dinero. Cada trabajador cumpliría con su deber diario en la fábrica o en el campo, en la oficina o en la tienda, etc., y a cambio de eso, tendría derecho a tener todo lo necesario para la vida sin necesidad del factor dinero.

Mas cuán lejos estamos de llegar a semejantes alturas, contentémonos ahora con el capital obrero. Libertándonos del CAPITAL DEL ESTADO y del CAPITAL PRIVADO hagámonos libres de verdad.

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