A excepción de las personas totalmente inválidas, todo ser humano tiene que servir para algo en la vida, lo difícil es saber para qué sirve cada individuo. Cuando decimos para algo, ese algo es lo que nos atrae con toda intensidad, donde sentimos que somos plenamente felices, ese algo es un llamado de la misma Alma.
Si hay algo verdaderamente importante en éste mundo, es conocernos a sí mismos, raro es aquel que se conoce a sí mismo y aun cuando parezca increíble, es difícil encontrar en la vida a alguna persona que tenga desarrollado el sentido vocacional.
Cuando alguien está plenamente convencido de su rol o del papel que tiene que representar en la existencia, hace entonces de su vocación un apostolado, una religión, una filosofía y se convierte de hecho y por derecho propio en un apóstol de la humanidad.
Existe el apostolado en la Filosofía, de aquel que con sus análisis conducen las corrientes del pensamiento humano, existe el apóstol del arte, aquellos son los grandes artistas citemos a un Beethoven, a un Mozart, existen los apóstoles sociales y políticos, como un Gandhi el libertador de la India, así pues hay muchas clases de apostolado.
Quien conoce su vocación o quien la llega a descubrir por sí mismo, pasa por un cambio tremendo, ya no busca el éxito, poco le interesa el dinero, la fama, la gratitud, su felicidad es la dicha de responder a ese llamado íntimo, de su propia esencia interior.
El sentido VOCACIONAL nada tiene que ver con el egoísmo y sus múltiples manifestaciones, como Ira, Codicia, Orgullo, Pereza, Odio, Gula, Lujuria, etc., el Yo, personifica esos múltiples errores, ese Yo, ese Mi Mismo, aborrece nuestra propia vocación, porque el YO solamente busca jugosas entradas monetarias, posición, fama, etc.
El sentido de la VOCACIÓN, es algo que pertenece a nuestra propia ESENCIA INTERIOR; a nuestro propio Ser, a nuestra verdadera individualidad, es algo muy de adentro.
El sentido vocacional lleva al hombre a acometer con verdadero valor y desinterés verdadero; los más grandes objetivos a costa de toda clase de sufrimientos. Es por lo tanto apenas normal que el YO aborrezca la verdadera vocación.
El sentido de la VOCACIÓN nos conduce por la senda del heroísmo legítimo, aún cuando tengamos que soportar serenamente toda clase de traiciones y calumnias.
El día que un hombre pueda decir la verdad: "YO SE QUIEN SOY Y CUAL ES MI VERDADERA VOCACIÓN", desde ese instante comenzará a vivir con verdadera rectitud y amor. Un hombre así vive en su obra y su obra en él.
Realmente en la historia de la Humanidad sólo son muy pocos los hombres que pueden hablar así, con sinceridad de corazón; esos son los selectos aquellos que han despertado en alto grado el sentido VOCACIONAL. Estos son pues los de conciencia despierta, quienes sí se conocen a sí mismos, quienes han descubierto su propia identidad, su propio Ser.
La moderna educación mecanicista, al llevarnos a negar nuestra verdadera identidad, nuestra auténtica imagen, nuestros valores internos, nos conduce a negar nuestra vocación. La moderna educación mecanicista, nos hace presas fáciles de la actual cultura negativa, basada en el dinero y el consumismo. La actual cultura negativa, se ha instalado en nuestras mentes, en nuestros sentimientos y valores; y ha falseado nuestra imagen e identidad.
Nosotros necesitamos de una auto-educación, que nos permita desarrollar una auto-cultura objetiva y dignificante. Aceptar así porque sí, siguiendo la línea de la menor resistencia, la cultura subjetiva de esta época decadente, es incuestionablemente absurdo. Necesitamos pasar por una revolución total y por un cambio definitivo en la cuestión ésta de imagen, valores a identidad, solo así encontraremos nuestra verdadera vocación.
El que los ciudadanos puedan encontrar su verdadera Vocación es fuera de toda duda, el problema social más grave de todos los tiempos, el problema que se encuentra en la base misma de todos los problemas de la sociedad.
Encontrar o descubrir nuestra verdadera vocación individual, equivale de hecho a descubrir un tesoro muy precioso. La Vocación es algo que no tiene precio, que no tiene valor, es incalculable; sin embargo a esta el Sistema Educativo, no le presta su verdadero valor.
Cuando un ciudadano encuentra con toda certidumbre y fuera de toda duda su verdadero y legítimo oficio, se hace por éste sólo hecho INSUSTITUIBLE.
Se ha señalado y con mucho acierto, dentro del enjambre social, que nadie es imprescindible, y esto es relativamente cierto en una sociedad mecanicista, mas cuando el individuo descubre su verdadera vocación, esta le permite situarse en el lugar correcto, en el punto preciso en que es insubstituible….
Cuando nuestra vocación corresponde totalmente y en forma absoluta al oficio que estamos desempeñando en la vida, ejercemos entonces nuestro trabajo como un verdadero apostolado, sin codicia alguna y sin deseo de poder, sin ese deseo de ser más que los demás, de querer despuntar, hacerse sentir, querer llegar al tope de la escalera social.
Entonces el trabajo en vez de producirnos codicia, aburrimiento, nos trae dicha verdadera, profunda, íntima aun cuando tengamos que soportar pacientemente dolores y pesares. La falta de vocación en la vida, provoca inestabilidad, esas ganas de estar cambiando permanentemente de oficios se debe a la falta de vocación, y obedece a una búsqueda inconsciente de nuestra identidad.
En la práctica hemos podido verificar que cuando el puesto no corresponde a la VOCACIÓN del individuo, entonces este último se aburre, se desenvuelve en un ambiente de infelicidad, y para variar un poco cae en la chismografía, aumentando aún más el ambiente de infelicidad en dicho lugar.
El mecanismo del YO es el MAS. Más dinero, más fama, más proyectos, etc. etc. etc. y como es apenas natural el sujeto suele tornarse hipócrita, explotador, cruel, despiadado, intransigente, etc.
Si estudiamos la burocracia en nuestros pueblos latinoamericanos detenidamente podemos comprobar que rara vez en la vida el puesto corresponde a la vocación individual.
Si estudiamos en forma minuciosa los distintos sectores productivos o los gremios del proletariado, podemos evidenciar que en muy raras ocasiones el oficio corresponde a la VOCACIÓN individual.
Los jóvenes universitarios estudian tratando de lograr una carrera muy lucrativa, sin importarles la vocación, así sin esa inspiración intima, serán profesionales mediocres. El dinero es pues ahora la fuente de inspiración, aunque el alma señale otra cosa. Cuando observamos cuidadosamente a las clases privilegiadas, ya sean éstas del este o del oeste, del Sur y del Norte de nuestra querida Latinoamérica y del mundo, podemos evidenciar la falta total del sentido Vocacional.
Los llamados "Niños Bien" ahora asaltan a mano armada, violan a indefensas mujeres, etc. para matar el aburrimiento. No habiendo encontrado su puesto en la vida, andan desorientados y se convierten en REBELDES SIN CAUSA como para "variar un poco y matar el tiempo" como se dice. Es espantoso el estado Caótico de la Sociedad Humana por estos tiempos de crisis mundial y bancarrota de valores.
Nadie está contento con su trabajo porque el puesto no corresponde a la vocación, llueven solicitudes de empleo porque nadie tiene ganas de morirse de hambre, pero las solicitudes no corresponden a la Vocación de aquellos que lo solicitan.
Muchos están donde no deberían estar; y llenos de aburrimiento solo sirven de obstáculo a las funciones públicas, muchos profesores van a clases realmente sin sentirlo y sin sentido alguno; muchos profesores deberían ser directores, o rectores de los establecimientos; muchos directores o rectores deberían ser sencillos profesores.
Muchos chóferes deberían ser médicos o ingenieros. Muchos abogados deberían ser ministros y muchos ministros deberían ser sastres. Muchos limpiadores de calzado deberían ser ministros y muchos ministros deberían ser limpiadores de calzado, etc. etc.
La gente está en puestos que no le corresponden, que nada tienen que ver con su verdadera VOCACIÓN individual, debido a esto la máquina social funciona pésimamente y la Humanidad moderna está estancada; cuando ya esta debió posiblemente llegado a las estrellas, apenas ha llegado a la Luna.
Esto es semejante a un motor que estuviese estructurado con piezas que no le corresponden y el resultado tiene que ser inevitablemente el desastre, el fracaso, el absurdo; y en el caso humano, el aburrimiento, el tedio, el fastidio, como se demuestra en los servicios públicos.
En la práctica hemos podido comprobar hasta la saciedad que cuando alguien no tiene disposición Vocacional para ser guía, instructor religioso, líder político o director de alguna asociación espiritualista, científica, literaria, filantrópica, etc. entonces sólo piensa en función del MAS y se dedica a hacer proyectos y más proyectos con secretos propósitos inconfesables. Es obvio que cuando el puesto no corresponde a la Vocación individual el resultado es la explotación.
Por estos tiempos terriblemente materialistas en que vivimos, el puesto de maestro está siendo arbitrariamente ocupado por muchos mercaderes que ni remotamente tienen Vocación para el Magisterio. El resultado de semejante infamia es la explotación, crueldad y falta de verdadero amor.
Muchos sujetos ejercen el magisterio exclusivamente con el propósito de conseguir dinero para pagar sus estudios en la Facultad de Medicina, Derecho o Ingeniería o simplemente porque no encuentran nada más que hacer. Las víctimas de semejante fraude intelectual son los alumnos y alumnas.
El verdadero maestro vocacional hoy en día es muy difícil encontrarlo y es la mayor dicha que pueden llegar a tener los alumnos y alumnas de escuelas, colegios y universidades.
La Vocación del maestro está sabiamente traducida por aquella pieza de prosa conmovedora de GABRIELA MISTRAL titulada la «ORACIÓN DE LA MAESTRA». Dice la maestra de provincia dirigiéndose a lo DIVINAL, al MAESTRO SECRETO QUE MORA DENTRO DE CADA UNO DE NOSOTROS:
"Dame el amor único de mi escuela: qué ni la quemadura de la belleza sea capaz de robarle mi ternura de todos los instantes. Maestro, hazme perdurable el fervor y pasajero el desencanto. Arranca de mí este impuro deseo de mal entendida justicia que aún me turba, la mezquina insinuación de protesta que sube de mí cuando me hieren, no me duela la incomprensión ni me entristezca el olvido de las que enseñé".
"Dame el ser más madre que las madres, para poder amar y defender como ellas lo que NO es carne de mis carnes. Dame alcance a hacer de una de mis niñas mi verso perfecto y a dejarle en ella clavado mi más penetrante melodía, para cuando mis labios no canten más".
"Muéstrame posible tu Evangelio en mi tiempo, para que no renuncie a la batalla de cada día y de cada hora por él".
¿Quién puede medir la influencia psíquica maravillosa de un maestro así inspirado con tanta ternura, por el sentido de su Vocación?
El individuo da con su vocación por una de estas tres vías: primera: El Auto-Descubrimiento de una capacidad especial. Segunda: la visión de una necesidad urgente. Tercera: la muy rara dirección de los padres y maestros que descubrieron la Vocación del alumno o alumna mediante la observación de sus aptitudes.
Muchos individuos han descubierto su Vocación en determinado momento crítico de su vida, frente a una situación seria que reclamaba inmediato remedio.
Ghandi era un abogado cualquiera, cuando con motivo de un atentado contra los derechos de los Hindúes en el África del Sur hizo cancelar su pasaje de regreso a la India y se quedó a defender la causa de sus compatriotas. Una necesidad momentánea le encaminó hacia la Vocación de toda su vida.
Los grandes benefactores de la humanidad, han encontrado su Vocación ante una crisis situacional, que reclamaba inmediato remedio. Recordemos a Benito Juárez, el forjador del nuevo México; José de San Martín y Simón Bolívar, padres de la independencia Suramericana, etc., etc.
Jesús El Cristo, El Budha, El Santo Lama, Mahoma, Hermes, Zoroastro, Confucio, Fuhi, Quetzalcóatl en el México Antiguo, etc., fueron hombres que en determinado momento de la historia supieron comprender su verdadera Vocación y se sintieron llamados por la voz interior que emana del Intimo Maestro Secreto que todos llevamos dentro.
La Nueva Educación está llamada a descubrir por diversos métodos, la capacidad latente de los estudiantes. Los métodos que la pedagogía extemporánea está utilizando por estos tiempos para descubrir la VOCACIÓN de los alumnos y alumnas, son fuera de toda duda absurdos.
Los cuestionarios Vocacionales han sido elaborados por mercaderes llamados modernamente consultores, que arbitrariamente ocupan el puesto de los maestros.
En algunos países antes de entrar al bachillerato, se somete a los alumnos a crueles torturas psicológicas a través de preguntas y más preguntas sobre matemáticas, civismo, biología, etc.
Lo más cruel de estos métodos son los famosos TEST psicológicos, íntimamente relacionados con la rapidez mental.
Según sea el tipo de respuesta, según se califiquen, el estudiante es entonces embotellado en uno de los tres bachilleratos. Primero: Físico Matemáticos. Segundo: Ciencias Biológicas. Tercero: Ciencias Sociales; eso se hacía aquí y se lo sigue haciendo en muchos países de nuestra querida América Latina.
El plan de estudio en cada país es diferente y es claro que no en todos los países existen tres bachilleratos distintos. En muchos países sólo existe un bachillerato y terminado éste el alumno pasa la Universidad.
En algunas naciones no se examina la capacidad VOCACIONAL del estudiante y éste ingresa a la Universidad con el deseo de tener una profesión para ganarse la vida, aún cuando ésta no coincida con sus tendencias innatas, con su sentido VOCACIONAL.
Hay países donde se examina la capacidad VOCACIONAL de los estudiantes y hay naciones donde no se les examina. Absurdo es no saber orientar VOCACIONALMENTE a los estudiantes, no examinar sus capacidades y tendencias innatas. Para esto no son suficientes los cuestionarios VOCACIONALES y toda esa jerga de preguntas, TEST PSICOLÓGICOS, etc.
Esos métodos de examen VOCACIONAL no sirven porque la mente tiene sus momentos de crisis y si el examen se verifica en un momento de esos, el resultado es el fracaso y desorientación del estudiante.
Los maestros han podido verificar que la mente de los alumnos tiene, como el mar, sus altas y bajas mareas, sus plus y su minus. Así como existe un Bio-Ritmo en las glándulas masculinas y femeninas. También existe un Bio-Ritmo para la mente.
En determinadas épocas las glándulas masculinas se encuentran en PLUS y las femeninas en MINUS o viceversa. La mente tiene también su PLUS y su MINUS y aunque parezca mentira el nivel de nuestras defensas biológicas dependen de este biorritmo glandular.
Está comprobado la relación entre las glándulas sexuales y la voz; y la relación de la glándula tiroides y el desarrollo de la mente, como lo analizaremos mas adelante.
Nosotros afirmamos enfáticamente que una crisis emocional o un estado de nerviosismo psíquico ante la difícil situación de un examen puede llevar a un estudiante al fracaso durante el examen pre-vocacional.
Nosotros afirmamos que un abuso cualquiera del centro del movimiento producido tal vez por el deporte, por una excesiva caminata, o por un trabajo físico arduo, etc. puede originar crisis INTELECTUAL aún cuando la mente se halle en PLUS y conducir al estudiante al fracaso durante un examen pre-vocacional.
Nosotros afirmamos que una crisis cualquiera relacionada con el centro instintivo, tal vez en combinación con el placer sexual, o con el centro emocional, etc., puede llevar al estudiante al fracaso durante un examen pre-vocacional.
Nosotros afirmamos que una-crisis sexual cualquiera, un síncope de sexualidad reprimida, un abuso sexual, etc., puede ejercer su influencia desastrosa sobre la mente llevándola al fracaso durante un examen pre-vocacional.
La Nueva Educación enseña que los gérmenes vocacionales se hallan depositados, no solamente en el centro intelectual sino también en cada uno de los otros cuatro centros de la Psico-fisiología de la máquina orgánica.
Es urgente tener en cuenta los cinco centros psíquicos llamados Intelecto, Emoción, Movimiento, Instinto y Sexo. Es absurdo pensar que el intelecto es el único centro de Cognición. Si se examina exclusivamente el centro intelectual con el propósito de descubrir las actitudes vocacionales de determinado sujeto, además de cometerse una grave injusticia que resulta de hecho muy perjudicial para el individuo y para la sociedad, se incurre en un error porque los gérmenes de la vocación no sólo se hallan contenidos en el centro intelectual sino también, además, en cada uno de los otros cuatro centros Psico-fisiológicos del individuo.
El único camino obvio que existe para descubrir la verdadera vocación de los alumnos y alumnas es el Amor Verdadero.
Si padres de familia y maestros se asocian en mutuo acuerdo para investigar en el hogar y en la escuela, para observar detalladamente todos los actos de los alumnos y alumnas, podría descubrir las tendencias innatas de cada alumno y alumna.
Ese es el único camino obvio que permitirá a padres de familia y maestros descubrir el sentido vocacional de los alumnos y alumnas.
Esto exige Amor verdadero de padres y maestros y es obvio que si no existe verdadero amor de los padres y madres de familia y auténticos maestros vocacionales capaces de sacrificarse de verdad por sus discípulos y discípulas, tal empresa resulta entonces impracticable.
Si los gobiernos quieren de verdad salvar a la sociedad, necesitan estudiar profundamente esto de la Vocación Individual; así mismo los estudiantes deben defender sus derechos valerosamente y exigir a los gobiernos verdaderos maestros vocacionales.
En algunos países ya existen dentro de las escuelas, colegios y universidades, ciertos maestros orientadores que en muchos casos ellos mismos realmente no son vocacionales, el puesto que ocupan no coincide con sus tendencias vocacionales innatas. Estos maestros no pueden orientar a los demás porque ni a sí mismos pudieron orientarse. Se necesita con urgencia verdaderos maestros vocacionales capaces de orientar inteligentemente a los alumnos y alumnas.
Es necesario saber que debido a la pluralidad del YO, el ser humano representa automáticamente diversos papeles en el teatro de la vida. Los muchachos y muchachas tienen un papel para la escuela, otro para la calle y otro para el hogar.
Si se quiere descubrir la VOCACIÓN de un joven o de una joven hay que observarlos en la escuela, en el hogar y aún en la calle.
Este trabajo de observación sólo pueden realizarlo los padres y maestros verdaderos en íntima asociación.
Entre la pedagogía anticuada existe también el sistema de observar calificaciones para deducir vocaciones. El alumno que se distinguió en civismo con las mas altas calificaciones es entonces clasificado como un posible abogado y el que se distinguió en biología se le define como un médico en potencia, y el que en matemáticas, como un posible ingeniero, etc.
Este sistema absurdo para deducir VOCACIONES es demasiado empírico porque la mente tiene sus altas y sus bajas no sólo en la forma total ya conocida sino también en ciertos estados particulares especiales.
Muchos escritores que en la escuela fueron pésimos estudiantes de gramática descollaron en la vida como verdaderos maestros del lenguaje. Muchos ingenieros notables tuvieron siempre en la escuela las peores calificaciones en Matemáticas y multitud de médicos fueron en la escuela reprobados en biología y ciencias naturales.
Es lamentable que muchos padres de familia en vez de estudiar las aptitudes de sus hijos sólo vean en ellos la continuación de su querido ÉGO, YO psicológico, MI MISMO.
Muchos padres abogados quieren que sus hijos continúen en el bufete y muchos dueños de negocios quieren que sus hijos continúen manejando sus intereses egoístas sin interesarles en lo más mínimo el sentido vocacional de ellos.
El YO quiere siempre subir, trepar al tope de la escalera, hacerse sentir y cuando sus ambiciones fracasan entonces quieren lograr por medio de sus hijos lo que por sí mismo no pudieron alcanzar. Estos padres ambiciosos meten a sus muchachos y muchachas en carreras y puestos que nada tienen que ver con el sentido VOCACIONAL de éstos.
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