La palabra DIALÉCTICA viene del griego dialegos que significa diálogo o polémica. Pero es absurdo afirmar que por medio de la polémica se pueda descubrir la VERDAD. El choque de opiniones contrapuestas permite descubrir verdades relativas, pero no la verdad absoluta como lo concibe el Materialismo de Carlos Marx.
Quien quiera vivenciar la verdad debe disolver sus propias sensaciones, percepciones, emociones y conceptos subjetivos. Sólo en ausencia de esa vieja Psicología podemos vivenciar la realidad. Quien logre la quietud y el silencio absoluto de la mente, puede DESPERTAR LA CONCIENCIA para experimentar la Realidad de la Vida.
La Filosofía positivista contemporánea se fundamenta en la existencia de la materia y de la energía. Mucho es lo que se ha discutido sobre la fuerza y la materia, pero éstas continúan, a pesar de todas las especulaciones, siendo la X, Y, desconocidas.
Los partidarios de la Filosofía Positivista, viven siempre tratando de definir la una con la otra; es espantosamente ridículo, definir lo desconocido por lo desconocido.
La filosofía materialista dice: "Materia es aquello en que se llevan a cabo los cambios llamados movimientos; y movimientos son aquellos cambios que se llevan a cabo en la materia". Esta es la identidad de lo desconocido: X=Y, Y=X, total, ignorancia, círculo vicioso, absurdo.
Realmente, nadie ha visto la materia ni a la energía. El ser humano sólo percibe formas etc., nunca hemos visto la sustancia de las cosas. No hemos visto la sustancia dada, sino madera, cobre, estaño, piedra, etc., tampoco hemos visto jamás, la energía separada del movimiento. Nunca hemos visto la materia separada de las formas ni la Energía separada de las formas en movimiento.
Un puñado de tierra tiene una forma definida; una estatua tiene una forma definida; el planeta Tierra tiene una forma definida, etc., pero eso no es la Materia. Realmente, la llamada Materia sólo es un concepto tan abstracto como la belleza, la bondad, el valor o el trabajo, etc., nadie es capaz de ver la sustancia de las cosas en sí misma. Nadie conoce la "COSA EN SÍ", todos vemos las formas.
Vemos la imagen física de un hombre, pero no vemos la COSA EN SÍ, el cuerpo en sí del hombre. Aunque parezca increíble los científicos modernos nada saben sobre los fenómenos naturales. No los conocen, y su Ciencia se basa en muchas suposiciones.
Cuando vemos en los fenómenos de la Naturaleza exclusivamente nuestras propias teorías, ciertamente no estamos viendo los fenómenos sino nuestras teorías. Pero los científicos materialistas alucinados por su fascinante intelecto, creen que cada uno de sus conceptos es absolutamente igual a tal o cual fenómeno observado, cuando la realidad es diferente.
Por oposición al idealismo utópico y fantástico de Carlos Marx que rechaza la VERDAD OBJETIVA, considerando como real únicamente los hechos subjetivos a los cuales él denomina con los términos de mundo y leyes que lo gobiernan, la Dialéctica Gnóstica o sea la Dialéctica de la Consciencia, estudia las cosas y los fenómenos en sí mismos.
Carlos Marx se ríe de la cosa en sí de Don Emmanuel Kant. El que ríe de lo que desconoce está en el camino de ser idiota. Pero no negamos que la razón del Ser Humano, es un germen que debe desarrollarse y convertirse en RAZÓN OBJETIVA.
El razonamiento marxista es subjetivo porque no conoce las COSAS EN SÍ, porque sólo conoce parcialmente el MUNDO TRIDIMENSIONAL, y niega las Dimensiones Superiores. Sólo la Conciencia Despierta puede conocer todas las DIMENSIONES SUPERIORES DEL ESPACIO.
Si el Marxismo-Leninismo desprecia la Cosa en Sí, si todas sus teorías se basan en un concepto que es la Materia, y que de ella no conocen su realidad, sino solo sus formas; peor aún pueden interpretar las leyes que rigen los fenómenos, que resultan absolutamente incognoscibles para el razonamiento subjetivo marxista.
No pueden tener valor de verdades objetivas, los conocimientos incompletos que el MATERIALISMO DIALÉCTICO expone doctrinariamente. Las leyes de la Naturaleza no pueden ser conocidas íntegramente con el razonamiento subjetivo del MATERIALISMO DIALÉCTICO.
Si reproducimos cualquier proceso de la Naturaleza artificialmente, eso no significa que conozcamos la “COSA EN SÍ”. Ejemplo: podemos reproducir artificialmente el proceso de la cópula por medio de la inseminación artificial, pero no podemos fabricar artificialmente un espermatozoide y un óvulo capaces de convertirse en un nuevo organismo.
Ni el mejor químico del mundo, puede crear artificialmente un par de gametos masculinos y femeninos para originar una nueva criatura, porque ningún químico conoce la “COSA EN SÍ”.
Las Sustancias químicas producidas en el mundo vegetal y animal siguen todavía, inaccesibles para el razonamiento subjetivo Marxista.
La Química Orgánica a pesar de conocer la composición química de zoospermos y óvulos; no ha podido fabricar un par de éstos para hacer fecunda una matriz porque no conoce la “COSA EN SÍ”.
Es posible que una hembra conciba sin macho, porque la fuerza masculina también se halla latente en el óvulo, pero no es posible para la química orgánica fabricar artificialmente un huevo capaz de convertirse en un nuevo organismo.
El materialismo subjetivo se contenta con negar las dimensiones superiores, pero esto es tan sólo una evasiva para eludir el problema, y no resuelve nada. Dichas dimensiones superiores son los denominados Cielos, y el otro problema de la Religión es que no utiliza la Ciencia para explicar los símbolos y avanzar un poco más, por ejemplo la comprensión de la concatenación entre los cielos, o las dimensiones superiores con nuestra dimensión tridimensional, tal como lo explica la Metafísica.
La concatenación entre las dimensiones, se la estudia a través del Movimiento Cósmico, allí se estudia en la Metafísica Gnóstica, como los fenómenos superiores se transforman en los fenómenos inferiores, allí venimos a comprender la interdependencia de todas las dimensiones del Espacio.
El razonamiento subjetivo Marxista, no solo que no busca demostrar la existencia de las dimensiones superiores, sino que se limita a negarlas, esto es como si un ciego se resistiera a aceptar la existencia de la Luz, pero la Luz seguiría existiendo y alumbrando la Vida.
Hilton el gran filósofo científico dijo: “Nuestro espacio lleva en sí mismo las relaciones por las cuales podemos establecer las relaciones con espacios superiores; ya que dentro del espacio se encuentran los conceptos de punto y línea, línea y plano, que realmente comprenden la relación del espacio con un espacio superior”.
La huella que deja un punto al moverse en el espacio es la línea, la huella que la línea deja cuando se mueve en el espacio, es la superficie, la huella que deja la superficie en el espacio cuando se mueve, es el sólido.
La huella que deja el sólido en el espacio cuando se mueve, es el hipersólido, este último es la “COSA EN SÍ” de Kant, negada torpemente por los conservadores de la DIALÉCTICA MATERIALISTA.
La línea está limitada por puntos, la superficie está limitada por líneas, el sólido está limitado por superficies, el hipersólido, o los hipersólidos, están limitados por cuerpos de tres dimensiones. Nosotros vemos esos cuerpos de tres dimensiones, pero no comprendemos que son la coraza de los hipersólidos…..
Cada cual ve el mundo de acuerdo con la categoría de su Conciencia, esto significa claramente, que en nuestro ambiente y alrededor nuestro, pueden convivir seres que existen en distintos espacios de acuerdo con la categoría de su Conciencia.
Concretemos estas explicaciones con algunos ejemplos; el caracol ve al mundo con una sola dimensión porque él es uni-cerebral, sólo poseen un centro rudimentario motor. Los animales superiores tales como el perro, el caballo, el elefante, etc., ven el mundo con dos dimensiones porque ellos son animales bi-cerebrales, poseen sus centros motor y otro instintivo.
En cambio el Ser Humano ve el mundo con tres dimensiones porque él hombre es tri-cerebral, posee un Cerebro Motor, uno Emocional y otro Intelectual.
Los hombres verdaderos, es decir, quienes han realizado la REVOLUCIÓN DE LA CONSCIENCIA, esos superhombres o genios de la Humanidad, ven al mundo con cuatro dimensiones, porque han desarrollado extraordinariamente su Consciencia.
El caracol es guiado por la brújula placer-dolor y trata siempre de alcanzar el borde de la hoja sobre la que deliciosamente descansa, e instintivamente se aleja de la hoja muerta.
Todos los movimientos del caracol se procesan en una sola línea, yendo de lo desagradable a lo agradable; fuera de esa sola línea nada existe para el caracol; esa línea es todo su mundo; el mundo es para el caracol una sola línea.
Los animales superiores tales como el perro, el gato y el caballo ven el mundo como una superficie, como un plano, todo lo que no se encuentre en ese plano pertenece a su tiempo; un perro, o un gato, percibe cualquier superficie convexa o las esquinas como cuerpos en movimiento.
La esquina de la casa por donde diariamente pase el caballo, es percibido por éste, como un cuerpo en movimiento que se repite en el tiempo; al animal le falta el concepto para corregir sus percepciones; el hombre que marcha velozmente en un coche percibe árboles que se mueven hacia atras, casas que vienen y se van, etc., pero como es un Ser tridimensional, corrige sus propias percepciones por medio del concepto.
En cambio los animales son víctimas de sus sensaciones y percepciones, no las pueden corregir, de allí sus impulsos instintivos.
Actualmente existen en el mundo seres tetradimensionales y pentadimensionales y sextadimensionales y hasta heptadimensionales, que ven a los seres tridimensionales en la misma forma en que éstos últimos ven a los seres bidimensionales y unidimensionales.
La Consciencia bien desarrollada nos permite percibir objetivamente los hipersólidos a condición de eliminar de nuestras percepciones toda clase de elementos subjetivos. Las grandes escuelas de yoga, rosacrucismo, budismo, etc., tienen sistemas científicos para el desarrollo de la Consciencia.
La actual razón del Ser Humano es subjetiva. La razón de la humanidad actual es un germen subjetivo inútil mientras no se haya desarrollado objetivamente. La razón humana subjetiva, eso que normalmente llamamos razón, es realmente inestable y versátil, es asombrosa la facilidad con que puede convencerse a la razón de cualquier cosa.
En esas condiciones ¿Quién o qué puede garantizar que nuestros conceptos y la realidad resulten absolutamente iguales? Nuestros conceptos son una cosa y la realidad es otra y existe tendencia a sobrestimar nuestros propios conceptos.
Realidad igual a concepto es algo casi imposible, sin embargo, la mente hipnotizada por sus propios ideas supone siempre que éste y realidad son iguales y aceptar esto es algo muy difícil debido a la hipnosis de tipo intelectual en que nos encontramos.
Nada más simple y sencillo que demostrarle cualquier cosa a cualquier persona de esas que se dicen intelectuales; todo lo que se necesita para ello es conocer a fondo y en una forma práctica, las conmociones y asociaciones que pueden provocarse en otros cerebros humanos, mientras uno trata de demostrar una verdad dada.
Nosotros hemos estudiado a fondo tanto las viejas como las nuevas teorías relativas al Alma, al más allá, etc. También hemos estudiado profundamente todas las teorías viejas y nuevas sobre el Materialismo de tipo ateísta.
No existe ni una sola teoría materialista o espiritualista, ateísta o dualista que no se halle expuesta con lujo de lógica convincente, y la razón subjetiva no puede sino estar de acuerdo con esta integridad lógica. A un proceso lógico cualquiera correctamente estructurado mediante una lógica exacta, se le opone otro diferente reciamente formado con lógica similar o superior, ¿entonces qué?
Dos mentes severamente disciplinadas dentro de férreas estructuras intelectuales discutiendo entre sí, polemizando, sobre tal o cuál realidad creen cada una en la exactitud de su propio concepto y en la falsedad del concepto ajeno, ¿Mas cuál de ellas tiene la razón?, ¿Quién podría honradamente salir de garantes en uno u otro caso?, ¿En cuál de ellos, concepto y realidad resultan iguales?
Por estos tiempos es mucho lo que se ha escrito sobre el llamado «más allá» y probablemente muchos radioescuchas envidien la rigurosa lógica de los grandes autores.
Sin embargo autores y lectores, nada saben sobre el llamado “Más allá” ni sobre el Alma, el Espíritu, etc. Mucha gente está informada desde el punto de vista intelectual, pero esto no es saber. Si la gente conocieran realmente el “Más allá” no existirían tantas religiones, escuelas, sectas y creencias. Ese “Más allá” son simplemente las dimensiones superiores.
La razón es un instrumento de información y de análisis y eso es todo; y nadie puede experimentar una teoría, lo real es aquello que uno mismo experimenta.
Incuestionablemente cada cabeza es un mundo y en todos y en cada uno de nosotros, existe una especie de dogmatismo pontificio y dictatorial que quiere hacernos creer en la igualdad absoluta de concepto y realidad.
Por muy fuertes que sean las estructuras de un razonamiento nada puede garantizar la igualdad absoluta de conceptos y realidad.
Es también muchísimo lo que se ha escrito sobre materialismo. La razón de la sin razón, y la lógica del absurdo han sido magníficamente expuestas por Carlos Marx y sus secuaces, ¿y qué?.
Nadie puede experimentar una teoría. El materialismo con sus dogmas aun cuando ha sido expuesto con la lógica maravillosa del absurdo, no deja por eso de ser pura fantasía que a nada bueno conduce.
Quienes están auto-encerrados dentro de cualquier procedimiento logístico intelectual quieren hacer siempre coincidir la realidad de los fenómenos, con sus elaborados conceptos y esto no es más que el resultado de la alucinación razonativa.
Abrirse a lo nuevo es la difícil facilidad del clásico; desgraciadamente la gente quiere descubrir, ver en todo fenómeno natural sus propios prejuicios, conceptos, preconceptos, opiniones y teorías; nadie sabe ser receptivo, ver lo nuevo con mente limpia y espontánea.
Que los fenómenos le hablen al sabio sería lo indicado; desafortunadamente los sabios de estos tiempos no saben ver los fenómenos, sólo quieren ver en los mismos la confirmación de todos sus preconceptos, aprendidos durante muchos años de estudio formal.
No negamos que nuestras afirmaciones sean rechazadas por todo aquel que esté auto-encerrado por tal o cual procedimiento logístico; incuestionablemente la condición dogmática del intelecto en modo alguno podría aceptar que a tal o cual concepto correctamente elaborado, no coincida exactamente con la realidad.
Tan pronto la mente, a través de los sentidos, observa tal o cual fenómeno, se apresura de inmediato a roturarlo con tal o cual término cientifista, que incuestionablemente sólo viene a servir, como parche para tapar la propia ignorancia.
La mente no sabe realmente ser receptiva a lo nuevo, más si sabe inventar complicadísimos términos, con los cuales pretende calificar en forma auto-engañosa lo que ciertamente ignora. Hablando esta vez en sentido Socrático, diremos que la mente no solamente ignora, sino, además, ignora que ignora.
La mente moderna es terriblemente superficial, se ha especializado en inventar términos de hecho dificilísimos para tapar su propia ignorancia.
Existen dos clases de ciencia: la primera no es más que ese podridero de teorías subjetivas que abundan por allí. La segunda es la ciencia objetiva del Ser. Indubitablemente no sería posible penetrar en el anfiteatro de la ciencia cósmica, si antes no hemos Transformado la Conciencia.
Necesitamos desintegrar todos esos elementos indeseables que cargamos en nuestro interior, y que en su conjunto constituyen en sí mismo, el Yo de la Psicología, que es el elemento que falsea la realidad; y en cada uno de ellos se encuentra embotellada una partícula de nuestra Consciencia Espiritual.
El yo el ego el mi mismo condiciona la Conciencia…
En tanto la Conciencia Espiritual continúe embotellada entre el mí mismo, entre mis propios conceptos y teorías subjetivas, resulta absolutamente imposible conocer directamente la cruda realidad de los fenómenos naturales en sí mismos. Cuando el Ego muere, la conciencia despierta para ver la realidad de todos los fenómenos de la naturaleza tal cual son en sí mismos y por sí mismos.
La Conciencia sabe lo que directamente experimenta por sí misma, el crudo realismo de la vida más allá del cuerpo, de los afectos y de la mente. Realmente la razón subjetiva del hombre, lo mismo puede exponer con lógica convincente una teoría espiritualista que una materialista.
Ciertamente las dos escuelas opuestas, tuvieron su origen en Babilonia, fue en dicha ciudad donde el hombre comenzó a perder la Fe, la Esperanza y el Amor.
Los dogmas espiritualistas y materialistas desorientaron a la Humanidad. Es necesario regresar al punto de partida, volver a la Gnosis. Los símbolos religiosos deben ser explicados científicamente. La religión debe volverse científica y la ciencia debe volverse religiosa.
Se hace necesario desarrollar la Consciencia, lo que se desarrolla con la disolución del yo. El primer gran paso consiste en llevar a este yo por el camino de la dirección analítica hasta aquello que se llama funcionamiento psíquico automático. Después de esto viene su disolución, allí encontramos el verdadero equilibrio------.
Quien ha llevado a su yo hasta el grado de funcionamiento psíquico automático tiene de hecho completo auto dominio de sí mismo y adquiere de hecho autoconciencia, razonamiento objetivo, sinceridad, sensibilidad, alerta percepción, alerta novedad, etc.
Después del primer gran paso, viene de hecho la disolución del yo. El yo se convierte primero en una maquinaria psíquica bajo nuestro control, y después se desintegra, se reduce a polvadera cósmica. Necesitamos convertir a lo subjetivo en objetivo y esto sólo es posible disolviendo el yo, mediante la observación rigurosa.
Necesitamos eliminar de nuestras percepciones y de nuestros razonamientos, todo elemento subjetivo, sólo así es posible conocer la «Cosa en Sí» de que habla Kant. Si queremos realmente disolver el yo, necesitamos hacerle la disección con el tremendo bisturí de la autocrítica.
Si queremos disolver el yo necesitamos auto-observarnos con espantosa sinceridad, si queremos disolver el yo necesitamos auto observar los impulsos externos e internos y las reacciones ante esos impulsos, muchos impulsos nos vienen de fuera y muchos de adentro, y se necesita saber cómo reaccionamos ante esos impulsos.
Al hablar nosotros en este programa sobre la “Cosa en Sí”; al estudiar a Hilton, al analizar meta-geométricamente aquello de las dimensiones superiores del espacio, sólo hemos cumplido con el deber de informar la razón de nuestros radioescuchas. Es claro que ahora estos han quedado informados, pero esto no es saber.
Si nuestros lectores quieren llegar a saber, necesitan experimentar. Quienes realmente quieran experimentar en el terreno práctico de las dimensiones superiores del espacio, tiene que desarrollar el sentido espacial, disolver el yo; Desarrollar la facultad de la Percepción Instintiva de las Verdades Cómicas. Despertar la conciencia.
Nosotros cumplimos con el deber de indicar el camino, señalar la meta. Pero a cada uno le toca recorrer ese camino revolucionario y luchar muchísimo para llegar a la meta. Quien quiera realmente saber debe convertirse en un atleta de la meditación, solo la meditación nos conduce a despertar la concienia….
Quien quiera llegar a saber debe desarrollar las facultades que le permitan independizarse de las palabras y las letras de la razón. La razón sólo es útil cuando se convierte en instrumento de la intuición, cuando expone, cuando enseña las grandes verdades cósmicas. De la mezcla de la razón con la intuición resulta la intelección iluminada, es decir, la razón objetiva.
Podemos intuir las grandes verdades cósmicas y exponerlas, a pesar de toda su lógica convincente, esto es inestable y versátil.
Necesitamos conocer la “Cosa en Sí” del hombre. La “Cosa en Sí” de la tierra en que vivimos, la «Cosa en Sí» del cosmos, etc., y esto no es posible con el razonamiento común y corriente de tipo subjetivo.
La “Cosa en Sí” del hombre y del cosmos, sólo es posible conocerla con las facultades superiores del hombre, tales como el Sentido Espacial desarrollado, intuición, percepción instintiva de las verdades cósmicas, etc.
La razón objetiva viene a servir para analizar lo que las facultades superiores han experimentado. También sirve la razón objetiva para explicar, enseñar, exponer las grandes verdades cósmicas.
Hemos entrado en la era Acuaria y necesitamos con suma urgencia conocer el universo y el hombre en sí mismos, pero en forma íntegra. El significado de la nueva era es saber.
Ahora necesitamos comprender que muchos conceptos de sí mismos, no son reales son más bien mucha fantasía, que debemos analizar profundamente, el enemigo número uno de la REVOLUCIÓN DE LA CONCIENCIA es precisamente el creer que ya somos, que tenemos un Ser Individual y una verdadera identidad, mas a la luz de estas reflexiones necesitamos estudiarnos profundamente para corregir.
Tenemos la marcada tendencia a sobre estimar nuestros conceptos y los conceptos de sí mismos, tenemos una representación muy falsa de los demás, necesitamos analizar cómo representamos a los otros en nuestra mente, allí está el origen de múltiples conflictos ahora y también en el fututo, necesitamos además aprender a ver el punto de vista ajeno.
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